Hoy quiero hablaros de un tema apasionante, que sin duda tiene una gran influencia en mis escritos. Se trata de las casas encantadas y más concretamente de 'El Cortijo Jurado'. Para aquellos de vosotros que no lo conozcáis, se trata de un enorme caserón abandonado que hay a las afueras de Málaga y que supuestamente está encantado desde que en el siglo XIX las familias adineradas que vivían allí realizaran en sus subterráneos sangrientos rituales en los que acabaron con las vidas de algunas chicas de la zona.
Según todas las leyendas, son los espíritus de estas desdichadas adolescentes los que siguen apareciéndose a día de hoy entre los ruinosos pasillos del caserón. En las imágenes podéis ver algunas fotografías tomadas por mí en una fría noche que me adentré entre sus muros en compañía de un grupo de osados amigos.
Como puede apreciarse, el estado en el que se encuentra es lamentable, y para vuestra curiosidad debo deciros que a día se hoy se encuentra totalmente cerrado el acceso, ya que una compañía constructora lo está reformando para hacer un hotel manteniendo toda la estructura original. Con anterioridad a esto, como puede apreciarse, las ruinas eran visitadas con diferentes fines, ya que hay constancia de que en su interior se han realizado numerosas sesiones de espiritismo y de ouija con el fin de contactar con sus supuestos moradores, todo ello sin contar las numerosas psicofonías grabadas entre sus muros.
Como el tema da mucho de sí y no quiero extenderme demasiado, os voy a dejar algunos enlaces para aquellos de vosotros que estéis interesados en el tema. Del mismo modo os recomiendo hacer búsquedas en Google, donde podréis encontrar abundante material.
Imagen de día. Vista frontal de 'El Cortijo Jurado'.
Tal y como se preveía, la pasada ha sido una semana intensa en todos los sentidos. Ya no sólo por las presentaciones de 'Los Manuscritos de Neithel' y de 'La Sombra de Pranthas', de Rayco Cruz (de las que podéis ver una pequeña muestra en imágenes), sino por todo lo que ello supone. Sin duda lo que más tengo que destacar es el encontrarme de nuevo con amigos como el propio Rayco, o Carlos (autor de 'Las Tierras de Meed'), con quienes compartí grandes momentos hablando de literatura fantástica y degustando los productos de la tierra.
